Las metástasis son siembras de células malignas en tejidos distantes. Cuando esto ocurre los síntomas varían dependiendo de cuál sea el órgano comprometido.
En la piel se presentan como nódulos endurecidos o pequeñas tumoraciones negras o cafés. Cuando invade los ganglios linfáticos suele presentarse como nódulos inflamados o dolorosos en el cuello, las ingles o las axilas. La invasión al pulmón puede ocasionar dificultad para respirar o tos que no desaparece. El compromiso del hígado se puede manifestar como Inflamación del abdomen, dolor abdominal y pérdida del apetito. Las metástasis óseas suelen presentarse como dolor en los huesos o fracturas fáciles. La invasión del sistema nervioso central puede ocasionar dolor de cabeza, convulsiones, debilidad o adormecimiento de los brazos o las piernas. En todos los casos, sin importar el órgano comprometido, se puede presentar pérdida de peso y cansancio fácil.